Forma parte de una red internacional que protege al planeta de amenazas nucleares
Explica que esta estación, única en Centroamérica y el Caribe, está ubicada en el Campus Central y es dirigida por el científico panameño Bernardo Fernández García, egresado de esta casa de estudios, con formación en Francia y Estados Unidos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el temor a un nuevo conflicto con armas nucleares llevó a las Naciones Unidas a establecer un sistema para monitorear posibles ensayos nucleares. Panamá fue seleccionada por su posición geográfica estratégica, cercana al Canal y en un punto clave de la circulación atmosférica y marítima global”, señala Fernández.
La estación opera los siete días de la semana, durante todo el año, incluso en situaciones excepcionales como la pandemia. “No podemos detener el monitoreo, ya que se trata de una labor crítica para la seguridad internacional”, señaló el director.
Destacó que uno de los ejemplos más relevantes fue el accidente nuclear de Fukushima, en Japón. La estación RN-50 detectó los niveles de radiación que llegaron a Panamá, permitiendo una vigilancia continua y brindando información clave para la toma de decisiones preventivas.
Según explicó el profesor Juan Rodríguez, asistente del director, la estación utiliza dos tecnologías fundamentales: captación de partículas suspendidas en el aire mediante el método gravimétrico, y captación de gases radiactivos.
Por su parte, el profesor Luis Marín, operador de la estación, detalló el proceso de análisis de gases como el xenón:
El aire captado es enviado a un sistema de botellas presurizadas, donde se procesa por 48 horas. Se identifican los elementos radiactivos remanentes y, mediante una tabla de convenciones internacionales, se determina si provienen de ensayos nucleares, fuentes médicas o industriales. El sistema puede distinguir entre ambas fuentes, lo que garantiza precisión y fiabilidad en los resultados”.
Sostiene que los datos recolectados se transmiten en tiempo real a la sede del CTBTO en Viena, Austria, mediante una antena satelital dedicada, instalada en el laboratorio de la estación. Esto permite una supervisión continua entre pares y una respuesta inmediata ante cualquier anomalía.
La estación RN-50 está compuesta por dos instalaciones separadas por 400 metros: el sitio del Detector, donde se encuentran el laboratorio, la planta eléctrica auxiliar y la antena VSAT; y el sitio de la Aspiradora, que recolecta aire para su análisis.
Marín agrega que, además de los ensayos nucleares, la estación cumple una función importante en la detección de posibles contaminaciones radiactivas provenientes de embarcaciones que transitan cerca del país.
“Hay barcos que transportan materiales radiactivos, especialmente para uso en hospitales oncológicos. Lo importante es asegurarse de que no haya contaminación. Y eso es lo que monitoreamos desde esta estación”, explicó Fernández.
Fuente: Team Inversiones & Negocios