Amcor ha adaptado su tecnología de diseño e ingeniería de vanguardia para desarrollar la botella de tereftalato de polietileno (PET) de 900 ml más liviana para aceite comestible en Brasil. El contenedor diseñado a medida para la agroempresa y productor de alimentos Bunge, en São Paulo, es un 22 % más liviano que las botellas de la competencia, a la par que ofrece mayor productividad y mejores beneficios de sostenibilidad.
La nueva botella para la marca de aceite de soja Soya de Bunge representa el ingreso de Amcor al mercado del aceite comestible en Brasil. Amcor respondió al desafío que Bunge presentó a toda la industria, desarrollando un contenedor de 14 g que pesa cuatro gramos menos que las botellas estándar.
“Esta nueva botella es un enorme logro tecnológico porque pudimos replicar la forma y las especificaciones actuales de la botella, pero con un peso menor”, sostuvo Ivan Assenco, coordinador de procesos de desarrollo de producto de Amcor. “Durante un proyecto de desarrollo de tres años altamente especializado, aprovechamos nuestra experiencia en investigación y desarrollo, diseño e ingeniería para crear una botella única para el aceite comestible”.
El peso ligero es un importante diferenciador en el mercado del aceite comestible. Amcor desarrolló una nueva preforma ligera que mantuvo la misma forma, a la vez que optimizó la resistencia a la compresión, el espesor de la pared, la distribución de materiales y la resistencia al apilamiento. El contenedor requirió de un alto índice de estiramiento, por lo que el equipo llevó a cabo un estudio de análisis de elementos finitos (FEA) para optimizar el diseño y cumplir con los requisitos de espesor de la pared. Para el consumidor, el rediseño también mantiene el mismo aspecto y experiencia de manipulación.
“En Bunge, siempre estamos buscando posibilidades de mejorar nuestro desempeño en todos los niveles operativos de la empresa y, al mismo tiempo, reducir nuestro impacto en el medio ambiente”, expresó Paulo Silvério, director de abastecimiento para Bunge en Brasil. “En este proyecto, hicimos frente a muchos desafíos, desde el diseño de una botella con menos plástico hasta la introducción de nuevas tecnologías de llenado en nuestras plantas, pero el resultado fue excelente”. “Amcor respondió al desafío con una singular botella que nos ofrece una clara ventaja en el mercado”, agregó Silvério.
El contenedor liviano ofrece beneficios de sostenibilidad al reducir el uso de materia prima en aproximadamente 4,4 toneladas de material por año. Como resultado, Bunge mejoró su eficiencia en la fabricación y redujo los costos de transporte.
El PET, que se ha convertido rápidamente en el material de empaque preferido del mundo, es ligero, a prueba de golpes, resellable, hermético, reutilizable e infinitamente reciclable*. Además, las botellas PET suelen tener la huella de carbono más baja y su producción genera hasta un 70 % menos emisiones de gases de efecto invernadero que otros materiales de empaque, según el Análisis de la vida útil de activos de Amcor. En medio de las preocupaciones actuales por la higiene, las botellas PET selladas y con tapa protegen a las bebidas de patógenos como virus y bacterias. También están sellados para combatir la contaminación y se pueden volver a sellar para una protección permanente.
A medida que crece la demanda de productos de aceite comestible, Amcor espera que el contenedor liviano sea replicado en otras aplicaciones similares en Latinoamérica. Al aumentar el número de consumidores que cocinaban en casa durante el brote de COVID-19, Amcor ayudó a Bunge a satisfacer el incremento en la demanda de sus productos de aceite comestible.